...que número
tan extraño.
No lo había
notado hasta hoy pero viendo los símbolos simulan dos rostros perfilados
mirando a un lado izquierdo, perdiéndose entre las sombras del resto. También
pareciera que un elemento precediera a otro ordenadamente.
Dos elementos
iguales, como el 11… considerado por mí como un número mágico, pero a su doble
expresión.
¿Qué conseguí? Muchas
cosas: defender mi tesis, terminar mi carrera, comenzar nuevas historias
(escritas y reales), graduarme, conseguir mi primer trabajo con un título en la
mano, conocí a algunas personas, viajé
un par de veces, me di cuenta de muchas cosas, gané nuevos miedos (pero que es
la vida sin un poco de eso) y sobre todo, superé lo que necesitaba ser
superado.
¿Qué perdí? Un año… una pizca de juventud física (nada importante
en realidad) pues en mi mente soy ese Peter Pan que sin Campanita será un
niño-joven-eterno y bueno, no tan perdido como el señor antes mencionado. Y pues,
aunque mis proyectos pasan otro año en su cueva, creo que lo necesitaban. Después
de todo no ha sido para nada inútil.
Y ahora a cinco
minutos de llegar los 23… me despido de ese número que una persona me dijo que
era mágico, y ahora que he regresado un poco la cinta, creo que tenía razón.
Muero de
curiosidad por saber que me espera, estoy seguro de que algo fantástico está
justo ahí.