lunes, 15 de octubre de 2012

22...

...que número tan extraño.

     No lo había notado hasta hoy pero viendo los símbolos simulan dos rostros perfilados mirando a un lado izquierdo, perdiéndose entre las sombras del resto. También pareciera que un elemento precediera a otro ordenadamente.

     Dos elementos iguales, como el 11… considerado por mí como un número mágico, pero a su doble expresión.

     ¿Qué conseguí? Muchas cosas: defender mi tesis, terminar mi carrera, comenzar nuevas historias (escritas y reales), graduarme, conseguir mi primer trabajo con un título en la mano,  conocí a algunas personas, viajé un par de veces, me di cuenta de muchas cosas, gané nuevos miedos (pero que es la vida sin un poco de eso) y sobre todo, superé lo que necesitaba ser superado.

     ¿Qué perdí? Un año…  una pizca de juventud física (nada importante en realidad) pues en mi mente soy ese Peter Pan que sin Campanita será un niño-joven-eterno y bueno, no tan perdido como el señor antes mencionado. Y pues, aunque mis proyectos pasan otro año en su cueva, creo que lo necesitaban. Después de todo no ha sido para nada inútil.

     Y ahora a cinco minutos de llegar los 23… me despido de ese número que una persona me dijo que era mágico, y ahora que he regresado un poco la cinta, creo que tenía razón.
Muero de curiosidad por saber que me espera, estoy seguro de que algo fantástico está justo ahí.